Muchos aspectos relacionados con la higiene en la piscina dependen de un correcto funcionamiento del sistema de desinfección elegido. Esto se logra tanto con la cloración salina como con las tradicionales pastillas de cloro, ya que, en ambos casos, el pricipal agente desinfectante del agua es el cloro.
Sin embargo, sólo uno de los sistemas destaca claramente sobre el otro a la hora de obtener una calidad del agua superior y no sólo eso: menos químicos, menor mantenimiento, agua más saludable…
el clorador salino
A día de hoy el 98% de las nuevas piscinas privadas son de agua salada
Sí, el cloro es común en ambos sistemas, pero la forma en la que se logra generar este cloro es determinante para obtener unos u otros resultados.
a/ PASTILLAS DE CLORO
El usuario debe añadir, manualmente, pastillas de cloro que se disuelven en el agua y duran únicamente dos o tres días.
Las pastillas están compuestas de cloro y otros aditivos químicos: hipoclorito de cloro, ácido bórico, sulfato de cobre y sulfato de alúmina, entre otros.
Su naturaleza oxidante requiere tomar precauciones en su manipulación y no es apto para personas con piel sensible.
b/ CLORACIÓN SALINA
Un sistema, automatizado, mantiene el cloro en niveles óptimos siempre que disponga de clorador salino (sal) y un regulador de pH en funcionamiento. Puede durar meses.
La sal es cloruro sódico, sal común, disolviéndose en una concentración cercana al 10% del agua marina y es respetuosa con el medio ambiente.
El agua obtenida es compatible para personas con piel atópica y es mucho más agradable y saludable para la piel, ojos y pelo.
VENTAJAS DE LAS PISCINAS CON AGUA SALADA
OPCIÓN MÁS NATURAL
Las piscinas que emplean el clorador salino frente a las tradicionales pastillas de cloro son una opción más natural y ofrecen un buen número de ventajas. No requieren ni comprar, ni almacenar, ni manipular químicos. Al fin y al cabo, sólo se emplean sales. Además, estas piscinas son mucho menos atractivas para insectos como las abejas.
MAYOR COMFORT
Bañarse así, es un placer. La experiencia de sumergirse en un agua salina y salir con la piel suave, sin preocuparse de los ojos rojos y con la sensación de un pelo natural… es reflejo de comfort. Se acabó eso de salir “oliendo a cloro”. Para quienes tienen planeado bañarse muy frecuentemente, la elección inteligente empieza por el clorador salino.
MENOR MANTENIMIENTO
No es necesario echar pastillas cada dos o tres días ni ir controlando los niveles de pH. Las piscinas de cloración salina son más cómodas al regenerar el cloro en un proceso gestionado automáticamente.
MÁS SALUDABLE
Otra ventaja del baño en piscinas con agua salada es que es apta para personas con piel atópica y respetuosa con la piel, ojos y pelo. Se acabó eso de salir “oliendo a cloro”. Cuando lo importante es la salud y, más aún, la de tu familia, la respuesta es instalar un clorador salino y regulador de ph.
AGUA CRISTALINA
A simple vista su azul es diferente, más bonito. Esto se explica porque la electrólisis apelmaza las partículas más diminutas en otras mayores, lo que facilita su filtrado.
AHORA, ELIGE TU PISCINA
El sistema de cloración salina es perfecto para cualquiera piscina que nos pidas. Ya sea de skimmer, desbordante clásica o infinity, con revestimiento interior de gres o porcelánico, el sistema de cloración salina no puede faltar en tu lista de la piscina ideal. En cuanto lo pruebes, lo disfrutarás.


































